jueves, 6 de diciembre de 2012

Chile: ¿el mejor país para vivir pero el peor para educarse?

  •     Según investigaciones realizadas por el semanario británico The Economist, el país ocuparía el lugar número 23 en la calidad de vida, pero el  33 en lo que a su sistema educacional se refiere.



Por Erika Allendes R.

   ¿Es Chile el jaguar de Latinoamérica? De seguro muchos se lo preguntarán  más aún tras la publicación de dos estudios internacionales. En el primero -con la finalidad de elaborar un listado con los mejores países para vivir en 2013- Chile ocupa el lugar n° 23 y es el  mejor evaluado de Latinoamérica.

   Las investigaciones  fueron realizadas por la unidad de inteligencia del semanario británico The Economist, cuyos resultados se conocieron esta semana. Los parámetros considerados fueron el nivel de felicidad de los ciudadanos, el salario promedio, el desempleo, la confianza en las instituciones públicas, la inseguridad y la salud y que a nivel mundial encabezó Suiza.  Chile  superó a Inglaterra y Francia que ocuparon los puestos números 26 y 27 respectivamente.

   El segundo estudio apuntó a la educación. El objetivo fue medir el éxito de los sistemas educacionales en el mundo sobre la base de dos categorías: habilidades cognitivas  -a través del Program for International Student Assessment (Pisa) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde)-  que cada 3 ó 4 años mide áreas de conocimiento como las matemáticas, ciencias y lenguaje. La segunda categoría apuntó a logros educativos como el número de graduados entre  2006-2010 y la tasa de alfabetización.


    
  Lo paradójico  es que  el país logró posicionarse como “el mejor en Latinoamérica para nacer en  el 2013”, pero no  figuró entre aquellos con la mejor educación aún cuando también lidera en Latinoamérica.

¿Un poderoso de la economía?

  En términos macroeconómicos, Chile está bien en su nivel de deudas, gasto, inversión, importaciones y exportaciones, precisó el economista de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Daniel Stuckrath Villegas. “Esta es la casa bonita que por fuera se ve espectacular, pero cuando entras ves todas las pifias. En este estudio se consideraba el nivel de felicidad, pero ¿cómo  comparas eso? si hace un mes una encuesta decía que el 70% de los chilenos se sentía explotado laboralmente y el 60% quería cambiarse de trabajo ¿cómo  puedes decir que la gente es feliz?”, arguye.

    Estas cuestiones –dice- deben verse como un logro, porque se está avanzando, pero hay muchos temas pendientes aún como educación, salud, vivienda y distribución del ingreso.

   Y enfatiza: “Se debe mejorar la distribución del ingreso de manera que personas con capacidades similares puedan competir independiente de su origen; eso es lo que hoy en día no ocurre. Chile no es el mejor ni el peor del mundo, pero ahora como el hombre vive de ranking, inventan sondeos para compararse. Hay que tomar estos estudios con prudencia, porque no sacamos nada con decir “somos el número 1 de Latinoamérica”, porque hay cosas que solucionar: corregir lo malo y reforzar lo bueno”.

En el aula

   La educación ha estado en boga desde la revolución pingüina en 2007, cuando -durante el gobierno de Michele Bachelet- se levantaron los secundarios en contra del sistema educacional chileno. La reforma a la educación se plantea desde esa época. Y es que no cabe duda que las diferencias  entre un colegio pagado y uno municipal son abismantes.  
   Así lo comprueba a diario Carlos  Quiroga Guajardo, profesor de música del Liceo Evangélico de Hualpén. “La desigualdad que existe en nuestro país es el gran problema de la educación. Las diferencias económicas se reflejan también en nuestras aulas; hay alumnos con las mismas condiciones físicas y psicológicas que reciben educaciones muy diferentes sólo por su realidad socio económico y esto aumenta  la brecha entre ricos y pobres. Mientras este problema no se solucione social ni educativamente, no podremos hablar de una educación de calidad”.

    El economista Stuckrath coincide con Quiroga al explicar que el conflicto por la educación explotó porque estaba reprimida y los estudiantes aburridos de promesas.  “A lo mejor Chile es el mejor lugar para nacer, pero no el mejor  para desarrollarte”, expresa.

   Y agrega “una persona con un nivel socioeconómico alto y otra de uno bajo no pueden competir. Hay muchos estudios que demuestran eso. Si a niños de 7 años les piden que dibujen un edificio, los del sector socioeconómico más bajo harán un edificio de cuatro pisos y el de nivel económico alto, un rascacielos. Están acostumbrados a cosas distintas, diferencia que después se acentúa.  La mayor parte de los recursos se están inyectando a nivel pre infantil, porque desde ahí parten los problemas”.

   Por su parte, Quiroga cree que la educación es una materia muy compleja de medir.  “¿Quién está más educado que otro? ¿Cómo es posible medir el aprendizaje de una persona? Hemos ideado un método de calificaciones pero en general no es muy certero. La evaluación no es sinónimo de aprendizaje”, precisa.

Desde la sociología

  Según el sociólogo de la U. de Concepción, José Ortega Silva, estos estudios son generales y no deben considerarse  como un dato estático ni único, pues las realidades en Chile distan mucho una de las otras: “La forma en cómo se realiza una clase en Huechuraba no es la misma que se imparte en Cabrero”, dice, a modo de ejemplo.

-Entonces, si  según el Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2011, realizado por la ONU, Chile es el país de la región que mejor nivel de vida tiene, ¿qué factores sociológicos influirían en las constantes protestas que se realizan en el país?

-Muy buena pregunta. El nivel de vida chileno -en general- ha mejorado considerablemente desde el retorno de la democracia, eso lo demuestran diferentes estudios locales e internacionales. El problema radica en que esta mejora se sustenta básicamente en  el aumento del poder adquisitivo y no en una ampliación de los derechos de la sociedad. Es decir, si yo quiero una mejor atención en el sistema de salud, debo  recurrir al sistema privado, y si quiero mejorar mi educación, debo necesariamente adquirir una carrera universitaria.


    Para Ortega no es extraño que en un ranking Chile obtenga una buena posición y en otro, de los peores pues se están midiendo variables distintas. “Hay una focalización en ciertas variables. En el listado de los sistemas educacionales, la información se centra en el rendimiento según las evaluaciones Pisa y en la cobertura del sistema educativo. Justamente son dos variables que el sistema educativo chileno no ha potenciado en el último tiempo”, precisa.

sábado, 24 de noviembre de 2012

En infidelidad, las mujeres la llevan


    
  * “En un principio me sentí culpable, pero cuando discutíamos y me faltaba el respeto, pensaba: cómo mereces aquello”, dice Carla Guadagnino Delvecchio, (23) estudiante de Educación Parvularia.






  


 “Amor de mis amores/ vida mía que me hiciste que no puedo consolarme  sin poderte contemplar/ ya que pagaste mal  a mi cariño tan sincero/ lo que conseguirás  es que no te nombre nunca más…” dice una de las canciones “estrellas” en los karaokes, porque tanto hombres como mujeres le han cantado al desamor. Motivos sobran, pero el principal es la infidelidad. Y las chilenas llevan la delantera.

    Así lo demuestra un estudio que publica la página web www.separadosdechile.cl, elaborado entre  2004 y 2010, que revela que un 66% de los 122 mil encuestados dijo que se separó porque le fueron infieles. Lo llamativo de este dato es que un 61% de los infieles fueron mujeres pues se sentían insatisfechas sexualmente.

   Según una encuesta realizada en junio de 2011 por el Centro de Estudios de Opinión Ciudadana de la Universidad de Talca, un 50,4 % de un total de 450 mujeres entrevistadas, confesó haber sido infiel alguna vez y según el sondeo aplicado por el sitio de citas estadounidense, The Ohhtel, el 77% de los hombres chilenos confesó que sería infiel si tuviera la seguridad de que no sería descubierto. Lo mismo admitió un 55% de las encuestadas.


“Fui la más descarada”
    Alejandra, aún recuerda su fiesta de cumpleaños número 18 y no sólo por ser una ocasión especial, si no porque  durante la celebración le fue a infiel a Thomas, su ex pololo.

   La pareja se conoció cuando tenían 15 años, pero terminaron porque él le fue infiel en varias ocasiones. Tres años más tarde se reencontraron e intentaron seguir con su relación. “En esa época yo iba al preuniversitario  y – a pesar de tener pololo- me sentí atraída por  Francisco, un compañero. Mi pololo sospechaba porque uno de sus amigos nos vio tomando café afuera del preú y se lo comentó”.

   Alejandra recuerda que en la fiesta, mientras su pololo compartía con sus amigos, ella bailó con su nuevo pretendiente. “En ese momento le dije que si me pedía que dejara a mi pololo, yo lo haría y él me dijo: “¡Déjalo!”. Luego de eso nos besamos, pero uno de los amigos de mi pololo nos vio y salió corriendo con el chisme”, cuenta.

  “Al rato después mi pololo me dice: “Ale, tenemos que hablar y yo le dije que sí. Sé que fui una descarada -prácticamente lo engañé en sus narices- pero sentí que me las había pagado todas, porque cuando pololeamos por primera vez, yo estaba muy enamorada y sufrí mucho cuando él me engañó. Ahora, cuando me lo topo en la calle, me da un poco de risa la situación”, relata.

“No me arrepiento de haber sido infiel”
   Marco Valdés Valdés (27) dice que no se arrepiente de haber sido infiel. “Según mi filosofía de  vida, tengo que experimentar todo ahora que soy soltero porque en el caso que mi polola se entere, sólo será una pérdida menor. En cambio, si tienes esposa e hijos, pierdes una familia”, dice.

  Marco ha sido infiel en muchas ocasiones, pero una de los episodios que más recuerda ocurrió hace 10 años, cuando pololeaba con Claudia. “En una de las tantas salidas con mis amigos, conocí a la hermana menor de mi  polola; con el tiempo nos acercamos y comenzamos a salir. Un día ella me comentó que estaba soltera y quería tener un affaire con cualquier persona. Entonces le dije: “Yo soy cualquier persona”, pero me respondió que no porque era el pololo de su hermana”, evoca.

  A la semana siguiente, sin embargo, comenzó a salir también con la hermana de su entonces polola quien nunca se enteró de lo que ocurría. “Mi polola no sospechaba de su hermana y menos de mí. Yo tenía cara de niño bueno, pero no lo era. Y la hermana tenía cara de buena hermana, pero tampoco era una buena hermana”, cuenta.

   Confiesa que lo peor de ser infiel es la mala fama que se adquiere, ya que hay mujeres que antes de comenzar una relación, se dan el tiempo de averiguar  el comportamiento del pretendiente.  “Yo sí recomiendo ser infiel  (ríe), porque la vida es una sola y hay que disfrutarla mientras se pueda. Yo no desconfío  de mis parejas, porque soy súper light en esos temas y no porque yo me mande esos condoros,  ellas también deberían hacerlos”, explica.

   Y agrega que ocultar una infidelidad no es tan difícil y técnicas para no ser sorprendidos hay varias, tales como llamarlas a las dos por el mismo nombre y en lo posible regalarles a ambas el mismo perfume. Pero lo fundamental, dice, es no cambiar el estilo de vida tan rápido. O sea “si eres una persona que no sale frecuentemente con amigos y de un día para lo otro lo haces a diario, obviamente tu polola va a sospechar y te va a pillar. Y para cuando eso pase, también hay varias técnicas como hacerse la víctima y pase lo que pase tratar de que ella se culpe a sí misma, o sea, darle a entender que tú la engañaste por falencias de ella. Y al final, casi siempre te perdonan”.

“Cómo mereces aquello”
   Cuando Carla Guadagnino Delvecchio (23), estudiante de Educación Parvularia de la Universidad Los Leones, en Santiago, tenía 17 años le fue infiel a su entonces pololo. “Llevaba un par de meses pololeando y no fueron los mejores porque no me dejaba ver a mis amigos ni hablar con ellos.  Como él trabajaba de noche, un día le inventé que me dormiría temprano, pero salí con mis amigos ¡Lo pasamos tan bien!, que me sentí viva de nuevo. Todo era como antes”, explica.

  A esa fiesta también fue uno de sus ex pololos, con quien duró poco tiempo pero disfrutó mucho esa relación. “Comenzamos a hablar y luego bailamos; después de eso nos besamos alocadamente”, recuerda.

   Al día siguiente, cuando volvió a ver a su pareja se sentía pésimo. Él era cariñoso y ella se sentía culpable porque consideraba que se había portado muy mal. “Estuvimos juntos por seis años y nunca supo que lo engañé, aunque ganas no me faltaron de enrostrárselo cuando me enteré de que él también lo había hecho. En un principio me sentí culpable, pero cuando discutíamos y me faltaba el respeto pensaba: cómo mereces aquello”.  

   Carla dice que lo peor de ser infiel es vivir con el miedo constante de también ser engañada y lo mejor de engañar, es que se vive el momento sin pensar en las consecuencias. Y agrega: “Cuando supe que él me engañó, sentí que era lo peor que me pasaba en la vida, duele cuando a uno también se lo hacen, pero es difícil no ser infiel”.

sábado, 14 de abril de 2012

“La Concertación debe retomar la sintonía con los habitantes del país”




  • Entrevista al concejal Álvaro Ortiz (DC):

  • El candidato a alcalde por Concepción valora la realización de las primarias efectuadas recientemente, puesto que es una decisión que emana del pueblo. Con respecto a las críticas que han recibido por parte de la oposición, expresó que “siempre es bueno analizar lo que pasa en mi casa, en mi hogar y después salir a criticar a mis vecinos”.


Como candidato a alcalde por la Concertación va el Concejal de 34 años, Álvaro Ortiz Vera (DC) , quien no participó del proceso eleccionario el 1 de abril debido a que recibió el apoyo de sus ex contrincantes concertacionistas por el municipio de Concepción, Dante Gebauer (PS) y Augusto Parra (Prsd).

A nivel nacional, durante las primarias de la Concertación se emitieron unos 320 mil votos y se presentaron 352 aspirantes para 142 comunas del país. Sin embargo, estas elecciones no estuvieron exentas de críticas del Oficialismo.

Por otra parte, Ortíz destaca el hecho de que como “familia concertacionista” han entendido el mensaje de la ciudadanía tras perder las elecciones presidenciales del 2010. “La Concertación en un momento se agudizó, se achanchó y pensó que teniendo una presidenta como Michelle Bachelet, Eduardo Frei iba a salir fácilmente”, expresó.

- ¿Las primarias son una fórmula efectiva para elegir los candidatos de la coalición?
Cualquier método que exija participación por parte de la ciudadanía, en vez de que sea en Santiago y encerrados entre cuatro paredes, cualquier método de participación ciudadana es justo y necesario realizarlo. La efectividad la veremos a medida que pase el tiempo, cuando se implementen estas primarias con un marco regulatorio, que actualmente no lo tienen.

Entonces, ¿está de acuerdo con la aprobación del proyecto de ley que establece el sistema de Elecciones Primarias voluntarias y vinculantes, para la nominación de candidatos a Presidente de la República, parlamentarios y alcaldes?
Yo apoyo totalmente esa regulación, creo que es necesaria porque se relaciona con el sentir ciudadano de ser partícipe en este tipo de decisiones. Espero que los partidos estén apoyando esta iniciativa, no con la calculadora en la mano, sino más bien, siendo convencidos de que es el mejor mecanismo para dilucidar las candidaturas de las próximas elecciones.

Creo que se debería acelerar el proyecto de ley de las primarias, porque ya se nos vienen encima las elecciones presidenciales y espero que para el 2013 ya esté funcionando, porque creo que es necesario. Claro que hay otras leyes y proyectos importantes, pero creo que los parlamentarios podrán caminar y masticar chicle al mismo tiempo.

- A su juicio ¿el oficialismo debería utilizar las primarias para elegir a sus candidatos?
No sé si yo soy el más indicado o alguien que no es de los partidos de la alianza sea el más indicado para decir si están obligados a hacerlo o no, eso lo verán ellos. Eso si, me gustaría ver en práctica el sentido de democracia que tiene todos los partidos políticos, partiendo por la Concertación y pasando por la alianza para dilucidar los nombres de candidatos a elecciones municipales, parlamentarias y presidencial.

- Como coalición han recibido varias críticas por las primarias. Entre ellas destacan, por ejemplo, los dichos del Diputado Jorge Ulloa, quien señaló que “como conglomerado no son capaces de ofrecer nada nuevo a la ciudadanía y que por el contrario, buscan desesperadamente recuperar el poder para repartirse cargos en la administración del Estado, sin un objetivo de país”.
Primero, yo no le voy a responder al diputado Ulloa, siempre es bueno analizar lo que pasa en mi casa, en mi hogar y después salir a criticar a mis vecinos. Por lo tanto yo voy a potenciar, valorar y cuidar siempre el hecho de realizar este tipo de elecciones primarias. Y en base a eso hay que reconocer que estas primarias que hizo la concertación tienen como objetivo el tener un solo nombre potenciado, para derrotar a la derecha en ciertos municipios.

En el caso de Concepción, el objetivo ya no es ser sólo el candidato de la Concertación, sino ser el candidato de la oposición. Ya hemos avanzando bastante con el Partido Comunista, vamos a ver qué sucede con el Más y con otros actores importantes en las elecciones. Queremos cambiar la administración sectaria, arbitraria, llena de deudas y con una prioridad en el gasto, que se condice con las prioridades que necesita la ciudadanía.

Aunque algunos digan que es un poco populista, yo no quiero recuperar el municipio para la Democracia Cristiana, ni para la Concertación ni para la Oposición, se la quiero devolver a los ciudadanos, que aunque no piensen como yo también tienen el mismo derecho a ser respetados, valorados y ayudados.

-En la última encuesta Adimark, como oposición obtuvieron un 68% de desaprobación. ¿El optar por las primarias es una renovación de la coalición?
Es super importante que los dirigentes de la concertación y la familia concertacionista nos demos cuenta que ya no somos gobierno, porque de repente veo a algunos que no se dan cuenta y no han entendido el mensaje de que teniendo una Presidenta con más del 80% de respaldo, la ciudadanía no votó por nosotros y nos mandó a la oposición.

Qué bueno que estemos entendiendo el mensaje, y con este proceso de primarias le damos una muestra clara a la ciudanía de ello. La concertación en un momento se agudizó, se achanchó, pensó que teniendo una presidenta como Michelle Bachelet, Eduardo Frei iba a salir fácilmente y no fue así.

Yo creo que poco a poco la Concertación debe retomar la sintonía con los habitantes del país y creo que las primarias son un gran avance para eso, con sus defectos, pero también rescatando sus virtudes. Por esto también queremos la ley, porque nos va a permitir precisamente no cometer esos errores y que la ciudadanía tenga la claridad de que la decisión que se tome en las primarias, será respetada. Esto nos permite tener candidatos únicos y emanados de la voluntad popular.

martes, 10 de abril de 2012

El éxito de un hombre con apego al fracaso


  •  Hoy hace lo quiere. Es capaz de compensar su vida laboral y familiar, dedicando más de 10 horas de su día al periodismo.

Como un tipo disléxico, disgráfico, hijo del ritalín, zurdo, miope y con déficit atencional se definió Matías del Río, conductor del noticiero Última Mirada de Chilevisión y panelista del programa Tolerancia Cero. El periodista dictó la clase inaugural para alumnos de periodismo de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.

   Con naturalidad aceptaba sus limitaciones y esa timidez con la que pareció entrar al auditorio Santa Teresa Jesús de Ávila, quedaba atrás. Todos lo observaban con atención, porque en poco tiempo logró acaparar las miradas de sus auditores al relatar sus aciertos e infortunios.

   Las carcajadas aparecieron de forma inmediata cuando se autodefinió “un niño cacho”, que durante la enseñanza media obtuvo un promedio 5,1 y cuando terminó el colegio su mamá dijo “yo ya cumplí con este niño”. “Entré a una universidad privada porque mis papás tenían los medios para pagarla. Cuando uno ya es grandecito y se da cuenta que se farreó todos los años, pesa mucho”, aseveró.

   Fue así que decidió emprender, aceptó sus falencias y salió adelante. “Algunos tendrán un procesador Pentium 4 y otros un I7. Yo cuento con un 286 y no hay problema con eso ¿saben cuál es el asunto?, que yo siendo un 286 compito mano a mano con un I7. El mundo está lleno de genios con sus capacidades intactas, pero si no tienen esa pasión, esas ganas, si no tienen la actitud básicamente, de poco te sirve tener un procesador I7 si vas a echarle siempre la culpa al empedrado”, expresó.

   Cuando sus amigos vacacionaban, él trabajó gratis por cuatro veranos consecutivos tanto en radios como en medios de prensa escrita y de tanto entusiasmo que tenía, en cuarto año postuló al diario El Mercurio para hacer su práctica profesional. Lo eligieron y además pudo optar por una sección, sin duda ese logro fue uno de los incentivos más grandes que tuvo.
Cuando terminó el quinto año de periodismo, ya tenía la experiencia, el oficio y conocía periodistas más viejos que él. No obstante, hizo un segunda práctica profesional en el diario La Segunda, porque comprendió que al adelantar su práctica profesional se había farreado la oportunidad de quedar trabajando en un medio de prensa.


“Una vez había un incendio grande en Valparaíso y dije, yo voy. Estuve toda la noche reporteando. Ese hecho fue clave para mí porque mi editor en La Segunda, claramente no estaba frente al mejor, pero si estaba frente al tipo que levantaba la mano primero, lo que es mucho más útil. Los tipos de la católica decían “¡Ey! Momento, a mi no me den cualquier incendio, denme de un trasplante de corazón para adelante”. Hay que hacerla todas, porque el que es capaz de hacer las simples, también hace las más complicadas”. Dijo el periodista.

   Cuando terminó su segunda práctica, lo dejaron trabajando en el diario. Es por esta razón que no titubeó al decir que es un tipo exitoso y su clave está en hacer lo que quiere, en la medida justa. Dedica más de 10 horas de su día al periodismo, el resto de tiempo lo reparte entre sus cinco hijos y esposa.

   El éxito del cual goza actualmente es producto de años de esfuerzo, pasión y dedicación al periodismo. Su madre, a quien agradeció en la conferencia, fue quien le dio la seguridad con la que expone sus ideas y el autoestima que posee “mi autoestima es la que me permite decir lo penca y lo bueno que soy”, enfatizó.

   Por cerca de una hora relató su vida, con los fracasos y éxitos a cuestas. Cuando culminó la charla, emprender o renovarse, los estudiantes que esa tarde se apostaron, incluso, en las escaleras del auditorio sólo para oírlo, lo aplaudieron y ovacionaron.

viernes, 23 de marzo de 2012

A camaron que se duerme ... se lo lleva la micro




Hace tres semanas, con una amiga de la universidad fuimos a Lota un viernes después de clases. Partimos como a las 11.00 horas, recorrimos el Parque de la comuna y luego bajamos a la playa para comer empanadas. Mientras almorzábamos, observamos a unos jugadores de Rugby de la Universidad Andrés Bello que entrenaban en la arena.

El día estaba hermoso y la tarde se pasó rápidamente. Tomamos el bus de regreso, olía mal y estaba repleto. De a poco nos alejábamos de la playa y al microbus subían estudiantes del Liceo Yobilo. Una pareja de pololos se sentó nuestro lado y tenían una manera particular de demostrar su amor. Tras cada garabato que se decían, se besaban. Daniela, me dijo:

- La manerita de amarse, a lo que yo respondí con una carcajada.

Y desde ahí, por increíble que suene, no recuerdo nada más, hasta que sin darme cuenta ¡Ahí estaba otra vez!, durmiendo con la boca abierta en una micro que se suponía iba a Concepción, pero no, me encontraba justo donde me había subido hace una hora: Playa Blanca. Daniela, quien también dormía, despertó y atónita me dijo:

- Estamos en Dichato

-No, le dije pues era imposible ya que íbamos de regreso a Concepción

-Entonces estamos en Tomé, porque veo mar. Me reiteró

-No, le dije nuevamente. Además por lo que sé no hay micros desde Lota a Dichato, ¿o sí?

Segundos después de ese diálogo, descubrimos que el mar que veíamos era de Lota. Apuradas nos bajamos en el primer paradero que vimos. Cruzamos la calle y casi por instinto nos subimos a otro microbús, eso sí, esta vez nos aseguramos que dijera Concepción. El cobrador nos coqueteó un poco y nos decía con orgullo que había rebajado la tarifa del pasaje para estudiantes. Poco lo tomamos en cuenta porque nos sorprendía haber dormido una hora sin conocer el recorrido de la micro.

Durante el trayecto, de reojo miraba a Daniela quien se veía más blanca de lo usual, abría enormemente sus ojos en clara señal que no quería ni pestañar y constamente me decía:

- ¡Por favor no nos quedemos dormidas!

Nerviosa estaba porque quedaba una hora para que el último bus a Coelemu, lugar donde ella vive, partiera. Es de mis mejores amigas en la universidad y siempre nos ocurren este tipo de anécdotas, ya que no era la primera vez que nos perdíamos en un microbús. Sin embargo esta última, superaba todas nuestras aventuras.

En el viaje analicé hasta la posibilidad de que las empanadas de queso que comimos, hayan tenido algo que nos hizo dormir, pero ¡pff! eso es como de películas. Sólo era cansancio porque habíamos tenido clases muy temprano.

Han pasado semanas desde aquel viaje y aún no sabemos porqué despertamos donde mismo tomamos la micro una hora antes. Como moraleja queda no dormirse en el bus cuando sean trayectos breves, porque pueden pasar este tipo de anécdotas.