lunes, 20 de abril de 2009

Una vez más esperando que el tiempo se encargue de todo.




Cuando pensamos que ya todo va bien, siempre sucede algo, que hace que eso que creemos que va por buen camino se desplome, es lamentable, pero en algunas ocasiones de la vida, suelen suceder estás cosas, que hacen que aprendamos a ser mas fuertes, mas maduros, ver y enfrentar de otra manera los obstáculos que se nos presentan, solo se debe tener voluntad, nada más y el conocimiento de que todo es para mejor.



Pero, en un inicio creemos que eso que nos pasó no es para mejor, nos duele aún más, porque las heridas siguen abiertas, provocando en nuestra mentalidad que eso que sucedió, jamás debío pasar, pero con el correr del tiempo, cuando recordamos las situaciones por las que hemos pasado, podemos recién ahí ver lo positivo que esa mala experiencia dejó en nuestras vidas, enseñanzas valiosas por lo demás, que solo el tiempo se encarga de demostrar.



Esas enseñanzas, son duraderas, únicas y especiales, porque las aprendimos a través de nuestras experiencias personales, dolores personales en la mayoría de las veces, pero lo importante y lo trascendental es que obtuvimos un aprendizaje valioso... un aprendizaje que solo podemos tener gracias a nuestras vivencias, dolores y alegrías, pero ¿por qué el ser humano se niega a aprender?, se niega a eso porque teme a aceptar las derrotas, si estas no se asumen, el aprendizaje que podríamos haber obtenido, se esfuma, de esta forma en un futuro, quizás volvamos a caer en lo mismo, errores sin soluciones y aprendizajes sin bases fundamentales, que se desploman facilmente, dejando solo un banal recuerdo de lo que aprendimos en un pasado, perdiendo la oportunidad de que eso aprendido sea trascendental para el futuro.