A las 3:35 am del día sábado 27 de febrero, comenzó para muchos una pesadilla, para otros simplemente un "remezón" que trajo consigo "marejadas y subidas de mar" pero sin mayor peligro para la población.
Estos acontecimientos nos dejan como enseñanza que como seres humanos, no podemos tener el control de todo, que la vida se va descubriendo de a poquito y es una caja de sorpresas.
A mi juicio, lo ocurrido aquella madrugada, fue duro para todo los chilenos, nos hizo recordar el poder de la naturaleza. Naturaleza que muchas veces destruimos y creemos tener dominada, pero no es así.
El miedo es popular por estos días, y pareciera que fuese una epidemia pues de a poco se convierte en un sentimiento generalizado.
Lo que para muchos, fue una pesadilla se va tornando más alentador. El volver a la normalidad costará, pero con la fuerza característica de los chilenos, alcanzaremos la tan anhelada "normalidad".
Con respecto al manejo de las autoridades, hay mucho que decir eso está claro y es un debate que dará para mucho, no obstante lo único claro es que " se les fue de las manos" al gobierno saliente, esperemos que el actual gobierno haga las cosas bien, y demuestre el porqué están ocupando los cargos.
Hoy en día lo que menos interesa, es la línea divisoria entre oposición y oficialismo, las personas quieren respuestas inmediatas a sus problemas. Reconstruir Chile, y volver a la normalidad.
Acontecimientos como estos, nos dejan grandes enseñanzas, que ojala perduren en el tiempo y no sean algo pasajero. Ojala en Chile, se aprenda a diferenciar "marejadas" de un "tsunami".
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